La grandeza de Catherine no se mide en una competencia
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La grandeza de Catherine no se mide en una competencia
Por AdminAcordBogota 3 agosto, 2021 2627
La doble medallista olímpica terminó décima en el salto triple, que dejó nuevos récords olímpicos y mundiales.
Caterine Ibargüen cerró su participación en sus cuartos Juegos Olímpicos, como finalista de la competencia del salto triple, la misma que la llenó de grandeza y medallas mundiales y olímpicas.
La atleta colombiana, medallista de plata en Londres 2012 y campeona olímpica en Rio 2016, se ubicó décima en Tokio 2020, tras lograr una mejor marca de 14,25 metros, que no le permitieron ingresar al grupo de las ocho mejores para hacer los últimos tres saltos.
Con ese resultado, Caterine cerró un nuevo ciclo olímpico, que también la llevó a Atenas 2004, pero en esa ocasión en salto alto.
“En estos últimos años todo fue muy complicado, con la pandemia, las lesiones, pero hoy estoy aquí, aunque no se dio un buen resultado, creo que exigirme más a mí misma sería abusar de la confianza. Se hizo lo que mejor podía y me voy contenta”, dijo la doble campeona mundial (Moscú 2013 y Beijing 2015), quien además sumó en su palmarés una presea de plata (Londres 2017) y una de bronce (Daegü 2011).
Y es que el nivel de competencia del salto triple, la prueba que catapultó a Caterine como la mejor atleta del mundo en el 2018, mostró un excelente nivel, con una Yulimar Rojas inmensa.
La atleta venezolana empezó la competencia con un primer salto de 15,41 metros, con velocidad del viento de 1.1 metros por segundo, que significó un nuevo récord olímpico, al superar el 15,39 que tenía la marfileña Francoise Mbango, desde las justas de Beijing 2008.
Pero lo mejor estaba por venir, con el récord mundial que impuso la propia Yulimar, quien venía de ser segunda en Rio 2016, detrás de Caterine. En el último salto, la venezolana, tras intentarlo en dos ocasiones anteriores (falló en el cuarto y quinto), entró a la historia mundial, con el récord mundial.
En el cierre de la prueba, cuando ya había asegurado la medalla de oro, impuso un registro de 15,67 metros (vv 0.7 m/S), para acabar con la hegemonía de Inessa Kravets, quien tenía la marca fijada en 15,50 metros, desde el 10 de agosto de 1995.
Entre tanto, las medallas de plata y bronce quedaron en poder de la portuguesa Patricia mamona, con 15,01, y la española Ana Paleteiro, con 14,87, respectivamente, ambas con récord nacional para sus países.
Así terminó la prueba del salto triple:
1. Yulimar Rojas (VEN), 15,67 (récord mundial y récord olímpico)
2. Patricia Mamoma (POR), 15,01
3. Ana Peleteiro (ESP), 14,87
10. Caterine Ibargüen (COL), 14,25