Colombia sufrió, pero ganó 2-1

Por AdminAcordBogota 10 septiembre, 2024 141

El seleccionado nacional mantuvo su invicto en esta eliminatoria al derrotar en Barranquilla al campeón del mundo, Argentina, y conserva el cupo para el próximo mundial de fútbol. Ahaora ocupa la segunda casilla, detrás de los argentinos.

Cuando James Rodríguez tomó el balón para cobrar el tiro penal sancionado por el árbitro chileno Piero Maza, en el partido que llenó de nuevo el Metropolitano de Barranquilla, todos cruzamos los dedos y nos encomendamos a los santos más afectos a nuestros principios religiosos.

Era 2-1 con el que el seleccionado nacional, al mando de un argentino, Néstor Lorenzo, podía ganar el juego más exigente de esta primera parte de la eliminatoria y que arrastraba en sus vísceras esa espinita que nos quedó de la final de la Copa América en USA, con el cual podríamos cobrar esa deuda que quedó hace unos meses en tierra estadounidense.

Sufrió Colombia, eso es cierto, pero ganó y cuidó la ecuación matemática, que es lo que importa al final de las cuentas. Tampoco fue el mejor partido de nuestro equipo. No. Como tampoco lo fue el que jugó contra Perú en Lima, pero se trajo un empate y abonó a la cosecha de 4 puntos de 6 posibles. Mejor, imposible.

Valió la pena invocar a nuestros aliados celestiales, porque James le pegó un riflazo al balón que entró por el lado opuesto del arquero soberbio y antipático Emiliano Martínez -esta vez estuvo respetuoso en el partido, debo reconocerlo, pero que al final volvió a revivir su agresividad enfermiza e inadmisible-, que no tuvo otra alternativa que ir a sacar ese objeto -balón- que lo despistó de poste a poste y lo tenía entre derrotado y humillado.

En el primer tiempo (25 minutos), Yerson Mosquera, el lateral derecho se encargó del ‘Dibú’, al vencerlo con un cabezazo impecable, que, también, lo dejó despistado porque nunca lo esperó. Llegó ese gol y Colombia comenzó a calibrar sus fuerzas y a cobrar el primer cheque de esta deuda. Luego, a principios del segundo periodo, Nicolás González nos cobró por ventanilla un error de James, que no pudo remediar Mosquera, y le dio a su país el empate parcial de este esperado juego pintado de amarillo por todos lados.

Hasta que llegó la falta que llevó a Maza a atender el VAR y decidir, que sí había falta argentina y, por ende, Colombia tenía derecho a un penal que podría costar un potosí, como en efecto sucedió, por el riflazo de James, el mejor jugador de Colombia por donde se le mire. Y eso que estaba sin fútbol y sin trabajo de cancha como dicen los expertos en fútbol, porque yo no lo soy. Sigo siendo aprendiz…

Ahora a visitar en unos cuantos días y con la misma devoción a Bolivia, la grata sorpresa de esta doble fecha -goleó a Venezuela 4-0 y derrotó a Chile 2-1 en Santiago-, el jueves 10 de octubre, y luego recibir en casa a Chile, que viene en una racha terrible de resultados adversos, para saber si seguimos cobrando no solo puntos sino indulgencias celestiales.

Hasta la próxima…

RICARDO RUIZ ESPINEL

Presidente – Acord Bogotá

  • Fotos cortesía de Andrés Felipe Castillo @afcastillo3