Miguel Ángel Rodríguez y la disciplina como estilo de vida
Por AdminAcordBogota 18 noviembre, 2023 387
Según Aristóteles, la disciplina no se trata solo de restringirse o negarse a ciertos placeres, sino de encontrar el equilibrio adecuado y actuar con razón y virtud, desarrollar hábitos virtuosos y así alcanzar la realización plena. Esa misma es la que encuentra Miguel Ángel Rodríguez con el squash, deporte que ha vivido con una pasión desenfrenada.
Por esa pasión, la disciplina, esa aliada silenciosa en la conquista de metas aparentemente inalcanzables, se convirtió en su estilo de vida: lleva su cuerpo al límite, pero así mismo cuida de cada detalle; no ha sufrido de lesiones graves y cada vez que aparece en un partido tanto Bogotá como Colombia se visten de orgullo con cada golpe a la pelota.
“Cuando entro a la cancha es como si tuviera 10 años, juego con la misma pasión, con los mismos nervios, con el mismo compromiso”, dice.
El compromiso con él, con sus seguidores, con su equipo y con Colombia es completo. Se manifiesta en cada movimiento, cada deslizamiento rápido y cada cambio de dirección, coreografiando una sinfonía de esfuerzo y habilidad y es el motivo de su exigencia. “Soy una persona de retos, de marcas y mi cuerpo ha respondido a esos desafíos que le he puesto durante toda mi carrera deportiva”, destaca.
Eso se ha visto reflejado en triunfos inolvidables, como el British Open, que es como ganar Wimbledon en tenis, además de sus medallas en juegos multideportivos como Bolivarianos, suramericanos, Centroamericanos y del Caribe y Panamericanos. También, en un espacio muy espacial para él como para muchos atletas colombianos, están los Juegos Nacionales, los cuales define como una adicción.
Su camino en este evento comenzó en 2004, en Bogotá. Un recorrido que lo ha llevado a tocar el cielo con las manos, a esparcir el nombre del squash por todo el territorio nacional y con cada salida se ha establecido como un ícono, allanó el camino para las generaciones venideras. Es un mentor, un faro de esperanza para aquellos jóvenes que ven en él un modelo a seguir, una figura que demuestra que el éxito no conoce barreras geográficas ni limitaciones preestablecidas.
En las tres últimas ediciones de los Juegos Nacionales ganó siete medallas de oro y dos de plata lo que es el reflejo de su constancia, si ve un obstáculo muy grande, se prepara para superarlo y lo consigue.
Su carrera ha estado marcada por la resiliencia y la determinación y mientras pueda seguir rindiendo a un alto nivel continuará dejando todo por Bogotá y por Colombia. “Sé que todavía puedo dar más y me exijo, si estoy bien quiero estar presente en los próximos Juegos Nacionales, Panamericanos, además que squash ya está en el programa de los Juegos Olímpicos”, resalta.
“Tenía presupuestado retirarme en tres temporadas, pero voy a ver si alcanzo a llegar a Los Ángeles 2027”, finaliza Miguel Ángel Rodríguez, que se ha convertido en mucho más que un campeón; es un símbolo de perseverancia, un ejemplo de disciplina, que trasciende los límites de la cancha y que ha grabado su nombre en la historia del deporte colombiano. Es así como el squash se convirtió en su realización y lo ha llevado a eso que Aristóteles denomina concepto de eudaimonía, lo que conocemos como felicidad.
(Prensa Comité Olímpico Colombiano)